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"Algo tan común como las estaciones del año tiene un origen histórico explicado por la mitología griega."

Las estaciones del año forman parte del “A, B, C” de la cultura general, es parte del conocimiento básico y lo vivimos todos los días. En la escuela siempre se limitaron a enseñarnos “¿qué son?” y “¿cuántas son?”, algo bastante normal si tomamos en cuenta que esta información va dirigida a los niños, pero en realidad esconde un origen más profundo e interesante, el cual se remonta a la mitología griega.

El origen de las estaciones del año, según la mitología griega

Gran parte de las cosas que nos rodean tienen un origen griego, egipcio, hindú o de cualquier otra religión o mitología. Tal es el caso de las estaciones del año, las cuales fueron explicadas en el mito de Hades y Perséfone.


Hace ya muchos años, se encontraba el dios Eros (cupido) vagando por el mundo de los mortales junto a su madre Afrodita (diosa del amor). Ambos veían a las parejas disfrutar de un cálido momento juntos, lo cual llenaba de felicidad a ambas deidades. El día era perfecto, hasta que Hades (dios del infierno) apareció sin motivos aparentes. Afrodita, al verlo solo, decidió obsequiarle un regalo que ningún mortal le podría dar, amor. Le pidió a Eros que tomara su arco y fechara el corazón del dios, para que posteriormente lo volviera hacer con alguna mujer. Según la mitología griega, esta es lo forma en la cual dos personas se enamoran, la cual es capaz de afectar a los dioses.


Eros se encontraba indeciso, pues no sabía que mujer sería la nueva pareja de Hades, hasta que vio a la joven Perséfone, quien se encontraba sola. Afrodita notó algo curioso en ella y Hades, el dios llevaba un buen rato observándola, mientras que ella era una diosa conservadora, esto bajo el mandato de su madre Deméter. Para Afrodita era una ofensa y un acto de rebeldía no ceder ante el amor y la pasión, ya que ella era es la diosa de ambos sentimientos y era su obligación que todo mortal o ser poderoso conectara con su otra mitad. En cuanto a Hades jamás lo había visto tan atraído hacia otra persona. Allí dio inicio el plan de la diosa, pedirle a su hijo que no apuntara al corazón de Perséfone ni de ninguna otra mujer, para que de esta manera Hades se enamorara de ella, pero su amor no fuera correspondido, ya que de antemano sabía que ella lo rechazaría.


Hades no soportó la atracción hacia la mujer, aunque esta lo rechazara en todo momento. Tomó sus manos y la raptó, llevándosela a su reinado. Mientras los dos vivían una aventura en el mundo de los muertos, una tragedia estaba sucediendo. Los campos se secaron, las plantas quedaron marchitas y los climas se volvieron locos. Esto puso en alerta a la diosa Deméter, quien se preocupó por el estado actual del planeta. Buscó a su hija, pues ella es la responsable de que cosas como estas no sucedieran. No pasó mucho tiempo hasta que el miedo se despertó en ella, porque en ningún lado había rastros de su princesa. Fue cuando finalmente se topó a una de las ninfas que siempre seguía a su hija. Le preguntó donde estaba la diosa del a primavera, a lo cual respondió


“Hades la ha raptado, abrió una puerta entre nuestro mundo y el suyo para llevársela”


Al oír este testimonio, Deméter enfureció, su hija estaba a punto de perder su castidad y a su vez había perjudicado sus deberes, los cuales se ven directamente reflejados en la vida de los mortales.


La diosa de dispone a pedirle ayuda a su hermano Zeus, quien es el único con poder suficiente para evitar una catástrofe como esta. Zeus, a pesar de las malas noticias, no puede hacer nada, pues Hades gobierna su mundo y solo él tiene voz y boto en esas tierras. Deméter no puede creer lo que su hermano está diciendo, le suplica que lo reconsidere su postura o de lo contrario volvería infértil las tierras, aunque, de hecho, esto terminaría siendo una realidad por la desaparición de su hija.


Zeus decide mandar a Hermes (dios del comercio) quien es uno de los pocos dioses que tiene el poder de viajar al inframundo. Tomó su caduceo y emprendió el vuelo, pero sin antes tener en mente la condición que Zeus le puso a Deméter “Si Perséfone consume cualquier fruto del inframundo no habrá forma de que regrese, ya que habrá sido consumida por esas tierras en un mayoritario porcentaje.


Lamentablemente fue inútil la velocidad de Hermes, pues la joven ya había probado uno de los frutos prohibidos. Su madre no toleró eso y por cuenta propia se quiso llevar a su princesa, pero ella se negó a partir.



“El tiempo que pasé con Hades me permitió conocerlo como ninguno de ustedes lo había hecho antes. Es un hombre bueno y gentil, a tal punto de respetarme en todo momento”



Esto le permitió ver a su hija y hermano de una nueva manera, quizás ya era lo bastantemente madura para llevar su vida. El problema es que tenía responsabilidades, las cuales, sí o sí debía de cumplir, de lo contrario traería caos a los humanos. Aferrada al amor que tiene por él, pero sin descuidar sus obligaciones, encontró la respuesta definitiva. Su plan era pasar medio año en el cielo y la otra mitad en el inframundo, mientras estuviera con los dioses se pondría a trabajar, dándole a los seres humanos campos florados y climas cálidos, que en otras palabras sería la primavera y el verano. Cuando ella partiera con Hades, se verían en la necesidad de descuidar sus actividades, provocando que las hojas de los árboles de laurel se cayeran y el clima fuera cada vez más frío, lo que hoy conocemos como otoño e invierno.


Calificación: ★ ★ ★ ★ ★

Publicada: 12/10/2023

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Asiel Jiménez

El origen de las estaciones del año

Publicada: 12/10/2023

Las estaciones del año forman parte del “A, B, C” de la cultura general, es parte del conocimiento básico y lo vivimos todos los días. En la escuela siempre se limitaron a enseñarnos “¿qué son?” y “¿cuántas son?”, algo bastante normal si tomamos en cuenta que esta información va dirigida a los niños, pero en realidad esconde un origen más profundo e interesante, el cual se remonta a la mitología griega.

El origen de las estaciones del año, según la mitología griega

Gran parte de las cosas que nos rodean tienen un origen griego, egipcio, hindú o de cualquier otra religión o mitología. Tal es el caso de las estaciones del año, las cuales fueron explicadas en el mito de Hades y Perséfone.


Hace ya muchos años, se encontraba el dios Eros (cupido) vagando por el mundo de los mortales junto a su madre Afrodita (diosa del amor). Ambos veían a las parejas disfrutar de un cálido momento juntos, lo cual llenaba de felicidad a ambas deidades. El día era perfecto, hasta que Hades (dios del infierno) apareció sin motivos aparentes. Afrodita, al verlo solo, decidió obsequiarle un regalo que ningún mortal le podría dar, amor. Le pidió a Eros que tomara su arco y fechara el corazón del dios, para que posteriormente lo volviera hacer con alguna mujer. Según la mitología griega, esta es lo forma en la cual dos personas se enamoran, la cual es capaz de afectar a los dioses.


Eros se encontraba indeciso, pues no sabía que mujer sería la nueva pareja de Hades, hasta que vio a la joven Perséfone, quien se encontraba sola. Afrodita notó algo curioso en ella y Hades, el dios llevaba un buen rato observándola, mientras que ella era una diosa conservadora, esto bajo el mandato de su madre Deméter. Para Afrodita era una ofensa y un acto de rebeldía no ceder ante el amor y la pasión, ya que ella era es la diosa de ambos sentimientos y era su obligación que todo mortal o ser poderoso conectara con su otra mitad. En cuanto a Hades jamás lo había visto tan atraído hacia otra persona. Allí dio inicio el plan de la diosa, pedirle a su hijo que no apuntara al corazón de Perséfone ni de ninguna otra mujer, para que de esta manera Hades se enamorara de ella, pero su amor no fuera correspondido, ya que de antemano sabía que ella lo rechazaría.

Hades no soportó la atracción hacia la mujer, aunque esta lo rechazara en todo momento. Tomó sus manos y la raptó, llevándosela a su reinado. Mientras los dos vivían una aventura en el mundo de los muertos, una tragedia estaba sucediendo. Los campos se secaron, las plantas quedaron marchitas y los climas se volvieron locos. Esto puso en alerta a la diosa Deméter, quien se preocupó por el estado actual del planeta. Buscó a su hija, pues ella es la responsable de que cosas como estas no sucedieran. No pasó mucho tiempo hasta que el miedo se despertó en ella, porque en ningún lado había rastros de su princesa. Fue cuando finalmente se topó a una de las ninfas que siempre seguía a su hija. Le preguntó donde estaba la diosa del a primavera, a lo cual respondió

“Hades la ha raptado, abrió una puerta entre nuestro mundo y el suyo para llevársela”


Al oír este testimonio, Deméter enfureció, su hija estaba a punto de perder su castidad y a su vez había perjudicado sus deberes, los cuales se ven directamente reflejados en la vida de los mortales.


La diosa de dispone a pedirle ayuda a su hermano Zeus, quien es el único con poder suficiente para evitar una catástrofe como esta. Zeus, a pesar de las malas noticias, no puede hacer nada, pues Hades gobierna su mundo y solo él tiene voz y boto en esas tierras. Deméter no puede creer lo que su hermano está diciendo, le suplica que lo reconsidere su postura o de lo contrario volvería infértil las tierras, aunque, de hecho, esto terminaría siendo una realidad por la desaparición de su hija.


Zeus decide mandar a Hermes (dios del comercio) quien es uno de los pocos dioses que tiene el poder de viajar al inframundo. Tomó su caduceo y emprendió el vuelo, pero sin antes tener en mente la condición que Zeus le puso a Deméter “Si Perséfone consume cualquier fruto del inframundo no habrá forma de que regrese, ya que habrá sido consumida por esas tierras en un mayoritario porcentaje.


Lamentablemente fue inútil la velocidad de Hermes, pues la joven ya había probado uno de los frutos prohibidos. Su madre no toleró eso y por cuenta propia se quiso llevar a su princesa, pero ella se negó a partir.

“El tiempo que pasé con Hades me permitió conocerlo como ninguno de ustedes lo había hecho antes. Es un hombre bueno y gentil, a tal punto de respetarme en todo momento”

Esto le permitió ver a su hija y hermano de una nueva manera, quizás ya era lo bastantemente madura para llevar su vida. El problema es que tenía responsabilidades, las cuales, sí o sí debía de cumplir, de lo contrario traería caos a los humanos. Aferrada al amor que tiene por él, pero sin descuidar sus obligaciones, encontró la respuesta definitiva. Su plan era pasar medio año en el cielo y la otra mitad en el inframundo, mientras estuviera con los dioses se pondría a trabajar, dándole a los seres humanos campos florados y climas cálidos, que en otras palabras sería la primavera y el verano. Cuando ella partiera con Hades, se verían en la necesidad de descuidar sus actividades, provocando que las hojas de los árboles de laurel se cayeran y el clima fuera cada vez más frío, lo que hoy conocemos como otoño e invierno.

Redactor

Asiel Jiménez

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