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"La marca de ropa Louis Vuitton esconde un gran pasado, el cual nos permite conocer un poco más a la empresa y la razón de sus elevados precios."

Cuando se trata de moda siempre hay opiniones divididas, sobre todo cuando se trata de prendas de muy altos costos. Tal es el caso de Louis Vuitton, cuya ropa siempre ha tenido precios bastante elevados, los cuales son muy difíciles de costear para la mayoría de las personas. Muchos afirman que no vale la pena gastar más de 10,000 pesos mexicanos en una playera, e incluso alegan que pueden conseguir algo mejor a un menor precio. Si tu postura es la de este caso, seguramente cambiarás de opinión cuando leas el origen de la marca y por qué son tan costosos sus productos.

El origen de Louis Vuitton

Louis Vuitton fue un francés nacido en el año 1821, cuyos primeros años de vida los pasó en la granja de su familia. La única educación que recibió fue por parte de su madre y padre, quienes le enseñaron todo lo referente al cultivo, fuera de ello no existe información que compruebe que haya acudido a la escuela y si consideramos que el colegio más cercano estaba a más de 6 kilómetros de distancia, se vuelve imposible el escenario donde él haya tenido una formación académica.


La niñez de Louis fue dura, perdió a su madre a los 10 años y su nueva madrastra le hizo la vida imposible. Esto provocó que abandonara su hogar a los 13 años, en búsqueda de algo mejor. Su objetivo era ir a la capital, parís, pensando que las oportunidades se le abrirían. El problema era la distancia, ya que estaba a 300 kilómetros, donde no tuvo mayor remedio que irse a pie. En su travesía cruzó por varios pueblos, donde trabajaba en empleos temporales que le permitieran tener un plato de comida y algo de dinero.


El amplio y basto camino que recorrió le permitió desarrollar habilidades nuevas y experiencia, las cuales le permitirían desempeñar nuevos oficios y poder generar mayores honorarios. Según los registros que se tienen, tardó aproximadamente 3 años en llegar a parís, debido a que sus empleos duraban más de un mes, generando así una demora bastante larga.


A la edad de 16 años cumplió su objetivo, asentarse en el corazón de Francia. En su primer día se dispuso a buscar empleo, donde tenía la ventaja de contar con amplia experiencia en diferentes oficios. Tocó la puerta de varias empresas y talleres, donde lamentablemente todos le decían que no, hasta que dio a parar a una compañía dedicada a la producción de maletas para viajes. Estar allí le permitió desarrollar una nueva habilidad, la fabricación de artículos de equipaje. Su estancia dentro del lugar fue bastante favorecedora, conoció a personas de la más alta clase social, cuyo poder y exigencias eran las más altas.


El tiempo que duró dentro de la empresa le permitió convertirse en el mejor entre sus compañeros, gracias a que adquirió varias técnicas que le fueron infundidas por los demás trabajadores, consiguiendo así productos de calidad que cubrían las demandas de los clientes. Era tan perfecto el trabajo del joven Louis que, en 1851, se convirtió el diseñador de las maletas de viaje de la emperatriz de Francia. Esta oportunidad le abrió las puertas que tanto quería desde niño, debido a que toda la nobleza lo estaba buscando para que les diseñara sus equipos de transporte.


A la edad de 33 años contrajo matrimonio e invirtió sus ahorros en la construcción de un taller, donde precisamente fabricaría maletas. Su emprendimiento arrancó fuerte, teniendo una lista de clientes bastante grande. Louis no quería iniciar con diseños repetitivos que se podían encontrar en cualquier tienda, él aspiraba a algo nuevo y diferente. Fue allí cuando se percató de la incomodidad de los productos, diseños con una cúpula en la parte superior que provocaban la caída del agua cuando lloviera, algo bueno si pensamos cuidar nuestras pertenencias, pero malo en cuestión de practicidad. Era imposible apilarlas y las personas se veían forzadas a tener más espacio de lo convencional únicamente para guardar sus maletas. Ese error en el diseño le dio la idea de su vida, fabricar maletas prácticas y cómodas, que no fueran estorbosas, cuyo diseño sería el que actualmente conocemos. No conforme, buscó nuevos materiales que fueran resistentes ante el agua, para que de esta manera mantuviera protegido el contenido de sus creaciones.


El éxito de su mercancía fue tan grande, que lanzó un catálogo para anunciar la cantidad de productos que tenía. Las ventas no paraban de llegar y su fortuna era tan grande que jamás en su vida llegó a imaginar que tendría tanto dinero. Louis había creado un estatus en la industria, convirtiéndose en el punto de referencia cuando alguien buscaba calidad.


La historia de Louis Vuitton no terminó allí, obtuvo un imperio masivo que le fue heredado a sus posteriores generaciones.


La marca Louis Vuitton siempre ha sido la definición perfecta de calidad y perfección, donde nunca permitió entregar productos de mala calidad, buscando siempre poder entregar lo mejor que se haya visto en la historia. En la actualidad la historia no es tan diferente, sus nuevos diseños siguen siendo la acrópolis de la moda y muy difícilmente encontrarás una marca que ofrezca una calidad tan alta como sus productos.


¿Por qué son tan caros los productos Louis Vuitton?

Como pudiste contemplar en su historia, todo lo que salga de la empresa siempre será lo mejor, algo que justifica en gran medida sus precios. Desde su fundación hasta la actualidad ha sucedido un cambio abismal en los precios, esto a consecuencia del enfoque que fue tomando, donde su público objetivo fue la clase alta.


Cuando veas una prenda de esta marca ponte a pensar en el proceso que hubo para que esa prenda se hiciera realidad, no es algo hecho en cuestión de segundos, sino, un arduo esfuerzo para que tuvieras algo eterno entre tus manos.

Calificación: ★ ★ ★ ★ ★

Publicada: 03/10/2023

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Asiel Jiménez

Louis Vuitton, de la pobreza a un imperio

Publicada: 03/10/2023

Cuando se trata de moda siempre hay opiniones divididas, sobre todo cuando se trata de prendas de muy altos costos. Tal es el caso de Louis Vuitton, cuya ropa siempre ha tenido precios bastante elevados, los cuales son muy difíciles de costear para la mayoría de las personas. Muchos afirman que no vale la pena gastar más de 10,000 pesos mexicanos en una playera, e incluso alegan que pueden conseguir algo mejor a un menor precio. Si tu postura es la de este caso, seguramente cambiarás de opinión cuando leas el origen de la marca y por qué son tan costosos sus productos.

El origen de Louis Vuitton

Louis Vuitton fue un francés nacido en el año 1821, cuyos primeros años de vida los pasó en la granja de su familia. La única educación que recibió fue por parte de su madre y padre, quienes le enseñaron todo lo referente al cultivo, fuera de ello no existe información que compruebe que haya acudido a la escuela y si consideramos que el colegio más cercano estaba a más de 6 kilómetros de distancia, se vuelve imposible el escenario donde él haya tenido una formación académica.


La niñez de Louis fue dura, perdió a su madre a los 10 años y su nueva madrastra le hizo la vida imposible. Esto provocó que abandonara su hogar a los 13 años, en búsqueda de algo mejor. Su objetivo era ir a la capital, parís, pensando que las oportunidades se le abrirían. El problema era la distancia, ya que estaba a 300 kilómetros, donde no tuvo mayor remedio que irse a pie. En su travesía cruzó por varios pueblos, donde trabajaba en empleos temporales que le permitieran tener un plato de comida y algo de dinero.


El amplio y basto camino que recorrió le permitió desarrollar habilidades nuevas y experiencia, las cuales le permitirían desempeñar nuevos oficios y poder generar mayores honorarios. Según los registros que se tienen, tardó aproximadamente 3 años en llegar a parís, debido a que sus empleos duraban más de un mes, generando así una demora bastante larga.


A la edad de 16 años cumplió su objetivo, asentarse en el corazón de Francia. En su primer día se dispuso a buscar empleo, donde tenía la ventaja de contar con amplia experiencia en diferentes oficios. Tocó la puerta de varias empresas y talleres, donde lamentablemente todos le decían que no, hasta que dio a parar a una compañía dedicada a la producción de maletas para viajes. Estar allí le permitió desarrollar una nueva habilidad, la fabricación de artículos de equipaje. Su estancia dentro del lugar fue bastante favorecedora, conoció a personas de la más alta clase social, cuyo poder y exigencias eran las más altas.


El tiempo que duró dentro de la empresa le permitió convertirse en el mejor entre sus compañeros, gracias a que adquirió varias técnicas que le fueron infundidas por los demás trabajadores, consiguiendo así productos de calidad que cubrían las demandas de los clientes. Era tan perfecto el trabajo del joven Louis que, en 1851, se convirtió el diseñador de las maletas de viaje de la emperatriz de Francia. Esta oportunidad le abrió las puertas que tanto quería desde niño, debido a que toda la nobleza lo estaba buscando para que les diseñara sus equipos de transporte.


A la edad de 33 años contrajo matrimonio e invirtió sus ahorros en la construcción de un taller, donde precisamente fabricaría maletas. Su emprendimiento arrancó fuerte, teniendo una lista de clientes bastante grande. Louis no quería iniciar con diseños repetitivos que se podían encontrar en cualquier tienda, él aspiraba a algo nuevo y diferente. Fue allí cuando se percató de la incomodidad de los productos, diseños con una cúpula en la parte superior que provocaban la caída del agua cuando lloviera, algo bueno si pensamos cuidar nuestras pertenencias, pero malo en cuestión de practicidad. Era imposible apilarlas y las personas se veían forzadas a tener más espacio de lo convencional únicamente para guardar sus maletas. Ese error en el diseño le dio la idea de su vida, fabricar maletas prácticas y cómodas, que no fueran estorbosas, cuyo diseño sería el que actualmente conocemos. No conforme, buscó nuevos materiales que fueran resistentes ante el agua, para que de esta manera mantuviera protegido el contenido de sus creaciones.


El éxito de su mercancía fue tan grande, que lanzó un catálogo para anunciar la cantidad de productos que tenía. Las ventas no paraban de llegar y su fortuna era tan grande que jamás en su vida llegó a imaginar que tendría tanto dinero. Louis había creado un estatus en la industria, convirtiéndose en el punto de referencia cuando alguien buscaba calidad.


La historia de Louis Vuitton no terminó allí, obtuvo un imperio masivo que le fue heredado a sus posteriores generaciones.


La marca Louis Vuitton siempre ha sido la definición perfecta de calidad y perfección, donde nunca permitió entregar productos de mala calidad, buscando siempre poder entregar lo mejor que se haya visto en la historia. En la actualidad la historia no es tan diferente, sus nuevos diseños siguen siendo la acrópolis de la moda y muy difícilmente encontrarás una marca que ofrezca una calidad tan alta como sus productos.

¿Por qué son tan caros los productos Louis Vuitton?

Como pudiste contemplar en su historia, todo lo que salga de la empresa siempre será lo mejor, algo que justifica en gran medida sus precios. Desde su fundación hasta la actualidad ha sucedido un cambio abismal en los precios, esto a consecuencia del enfoque que fue tomando, donde su público objetivo fue la clase alta.


Cuando veas una prenda de esta marca ponte a pensar en el proceso que hubo para que esa prenda se hiciera realidad, no es algo hecho en cuestión de segundos, sino, un arduo esfuerzo para que tuvieras algo eterno entre tus manos.

Redactor

Asiel Jiménez

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